#BusciEnTi / Radio
martes 28 de abril de 2020 - 12:00 AM
Más allá del fuerte impacto que nos ha causado la pandemia, si observamos fríamente entenderemos que con toda esta incertidumbre la vida nos invita a buscarles un sentido y un aprendizaje a estos momentos que sin lugar a dudas son trascendentales para renovarnos.
Antes de preguntar ‘por qué’ estamos afrontando esta pandemia, cuestionémonos ‘para qué’ la vida nos hace pasar por este histórico momento. Parece un juego de palabras, pero es clave reflexionar al respecto.
Soy un convencido de que todo en este mundo pasa ‘para algo’, y que cada cosa que nos sucede es producto de nuestros actos; es decir, nada de lo que nos ocurre es casualidad.
Durante los últimos años el abuso que hemos tenido con la tierra es tal, que empezaron a pasar miles de catástrofes naturales. Todas ellas han sido productos del mal trato que les estamos dando a nuestros recursos naturales.
Creo que esta es una oportunidad para reflexionar y entender que debemos cambiar nuestros hábitos de vida, porque hemos sido inmensamente irresponsables.
Se nos advirtió de todas las maneras lo que podría pasar y no quisimos escuchar. La avaricia, el poder, el dinero y los orgullos absurdos siempre estuvieron por delante, y ahora qué queda de eso: absolutamente nada.
Ahora sí aprendimos que el dinero solo es papel y que hay otras cosas más importantes, como nuestra familia, nuestra salud, nuestro bienestar, nuestra seguridad, en fin...
Atrás quedaron todas las trivialidades, porque en este momento todos estamos pasando por lo mismo: desde el gerente más próspero hasta el más humilde de los lustrabotas tienen el mismo riesgo.
Este pandemia nos ha recordado lo frágiles que somos y que no tenemos la vida asegurada.
Debemos ser más responsables con nuestros hábitos y bajarle el ritmo al afán diario de nuestras vidas. De todo ese ritmo desaforado del ayer no nos queda nada; no obstante, esta es una gran oportunidad de comenzar un distinto camino y darle un giro a nuestro futuro.
Aunque el recuerdo y las réplicas del dolor de esta pandemia persistirán incluso mucho después de que se aplane la famosa curva del virus, al final todos habremos ganado la oportunidad de renovarnos y de recomenzar; es más, algunos lo harán de cero.
Obvio nos tocará decidir entre las dos únicas opciones que quedarán: permanecer aferrados a un ayer que no volverá o aprender de la experiencia para tomar decisiones diferentes con relación a nuestros horizontes.
Tenemos una oportunidad sin precedentes en la historia, no solo para unirnos sino también para crecer y ser mejores personas.
No cabe duda que esta crisis nos movió el piso y, al mismo tiempo, nos abrió los ojos. Nos toca ‘sí o sí’ salir de nuestra zona de confort y emprender nuevos proyectos; tal vez desde otras aristas y descubriendo capacidades que no creíamos poseer.
Creo firmemente en que vienen cosas muy buenas para todos, pues este era un golpe muy necesario para reestructurar nuestra vida y cambiar todo lo que venía haciéndonos tanto daño.
Confiemos en la Bendición del Padre , pues Él no solo nos ayudará a seguir adelante cada vez que las cosas se nos pongan difíciles, sino que también con su Misericordia comenzaremos a ver las cosas desde una perspectiva más esperanzadora.
Más allá de nuestras creencias, tenga presente que confiar en El Padre puede darnos la fuerza para afrontar nuestros miedos y vencer aún en medio de esta fuerte pandemia.
Ánimo que este es el principio de un nuevo camino. ¡Un abrazo para todos y no se olviden de orar.
De: Vanguardia.com
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